TESOROS 19.01.13

¡¡Hola!! ¿Cómo lleváis el día? Bueno ya estoy aquí dando la vara, con lo mejor de la semana. 


En primer lugar, quiero mencionar la última clase, hasta no se sabe cuando, de ciclo indoor con el gurú de dicho deporte( o al menos así ha sido conmigo).

¡Debería ser imposible que un monitor, entrenador personal o llámalo como quieras, se lesione... A mi me mata la idea, aunque gracias a su buen hacer durante este año, en el que ha logrado que me enganche a este maravilloso deporte, no habrá consecuencias fatales( en forma de abandono total de la actividad física).
Quien me salvó del sedentarismo más absoluto en el que estaba mucho más que metida (curioso su nombre, Salvador), se opera de la rodilla y se despidió con una clase brutal, llena de esfuerzo, ánimo, adrenalina, buena música, buen rollo y trabajo, muuuucho trabajo. Es un crack y no puedo no decirlo, y me entristece no imagináis cuanto, continuar mi operación bikini sin sus indicaciones. Aún así, como sabe que nos deja a muchos bastante huerfanitos, nos ha dado una clase memorable y que servirá de estímulo, estoy segura, para cuando las fuerzas decaigan.
Quien me oiga pensará que estoy loca o soy vigoréxica. Lo primero quizás, pero desde luego lo segundo imposible. 
Cuando os conté que una de las 3 cosas mejores del 2013 fue engancharme al ejercicio físico, me refería sobretodo a esto, a encontrar el equilibrio entre esfuerzo, entretenimiento y diversión, de modo que la recompensa de después del trabajo realizado, es capaz de superar, con creces, la pereza esa de salir de casa para moverse( muchos sabréis a lo que me refiero).
No me cansaré nunca de decirlo, si aún no has encontrado tu deporte, no desistas, pero no pares de buscarlo, porque tu cuerpo y tu cabeza te lo agradecerán, y te lo dice la mujer más quieta de la Tierra, hasta que el spinning llegó a su vida y le robó el corazón. Sólo me queda desearle una prontísima (tanto que sea casi milagrosa) recuperación al mejor profesor con el que he tenido el placer de cruzarme.
Más adelante seguiré hablándote de las maravillas que aporta el deporta.

Nada más salir de la clase, me esperaba otro de los tesoros de la semana, una agradable y entrañable cena con mi gran amiga. Como ella sabe quien es, y para mantener su privacidad, tras las miles de lecturas que recibe el blog (guiño, guiño), no diré su nombre.
Por distintas causas, nos vemos mucho menos de lo que nos gustaría, pero siempre es una gran velada, como si el tiempo no pasara. Y es que realmente esa es la amistad, la que no estaba basada en la cantidad de momentos, sino en la calidad de los mismos. Como somos muy sanas, nos tomamos una ensaladita y compartimos horas de historias, consejos y mucho "flow". Siempre es un placer, y más, cuando ha pasado un tiempecito. De modo que se convierte en una de las cosas más molonas de la semana, ella y la velada.

Y por último y para no desentonar en esta semana tan emotiva y llena de despedidas y encuentros...

Esta foto está tomada minutos antes de que se llenara de varias de las personas más importantes de mi vida, mis amigos.
Es verdad que no nos vemos como solíamos, que cada uno tiene su vida, pero me emociona pensar que aún podemos guardarnos un día para seguir viéndonos. Era el cumpleaños de uno de ellos y me satisface ver, que en el año en el que la mayoría cumpliremos 27, todavía celebremos los cumpleaños, como hacíamos 10 años atrás, cuando aún íbamos al colegio y las circunstancias desde luego, eran muy distintas. Me alegra saber, que  siguen ahí, de alguna forma, un año más.

Esto es todo por hoy, que terminéis de la mejor forma el domingo, y nos vemos mañana, con más, a las 9.

Besitossssssss