La semana pasada os pedí tanto aquí, como en las redes sociales opinión sobre varias gamas cromáticas. Teniendo en cuenta que puse las que más me gustaban y con algún color común, finalmente me he decantado por la número 1. He de decir que recibí más de un mensaje privado, pujando por esta opción. Creo que he conseguido darle un toque mas acogedor, cálido e incluso hogareño.
Aprovechando que la primavera está a la vuelta de la esquina, he decorado este espacio con flores. Adoro las flores. Son la máxima expresión de delicadeza, belleza y ,aunque resulte contradictorio, fortaleza. Además me parece que tienen una similitud asombrosa, con la vida y los distintos aspectos de la misma. Necesitamos regar, en forma de cuidados, nuestras relaciones, nuestro trabajo e incluso nuestra alma para permanecer "vivos". Al igual que infinidad de plantas, hay algunas más delicadas que otras, pero hasta el cactus del desierto más seco y caluroso del mundo, necesita una dosis de vida, en forma de agua.
Las flores aportan ademas color y alegría. He elegido estas y no otras, básicamente porque son mis favoritas, Peonías. A parte de todas las cualidades anteriormente dichas, me parecen las más románticas, y oye, creo que me representan perfectamente y por tanto lo hacen igualmente a este espacio que es cada vez más una extensión de mi propio yo.
Lo más seguro es que a lo largo del tiempo haya más cambios, ya sea por mayor conocimiento del medio, o por darle un tinte distinto a lo que quiero que represente, pero de momento va a acompañarnos una temporadita.
Sólo me queda añadir que vuelvo con la programación que acostumbrábamos: lunes, miércoles y viernes a las 9 a.m por defecto, y algún domingo con cosas destacadas de las semanas más interesantes a partir de las 19.
Así que sin más rodeo, os dejo por hoy con una frase que me ha hecho reflexionar mucho y espero que haga lo mismo con vosotros.
¡Besitos!
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