Mirarse un poquito por dentro
13.1.15
A ti, que envidias la suerte de otros, y no te alegras de las alegrías de quienes te rodean.
A ti, que no vives ni vivirás tranquilo maquinando cómo controlar a quienes tienes a tu vera.
A ti, que no te conmueven las desgracias ajenas (ni siquiera las de los que tienes cerca).
A ti, que recitas palabras envenenadas sobro todo lo que acontezca.
A ti, capaz de mentir sin titubear, para intentar romper alianzas puras y verdaderas.
A ti, que no sabes captar la esencia de la naturaleza.
A ti, capaz de sonreír mirando a los ojos, cuando previamente has mentido y criticado sin ninguna benevolencia .
A ti, que no se te cae la cara de vergüenza.
A ti, que no conoces el significado de la palabra amor, amistad y pureza, aunque la uses mucho, sin ninguna conciencia.
Sí, sí, a ti, tu preciosa sonrisa y tus palabras edulcoradas ya no engañan ni enredan.
Con eso tienes bastante.
Aún así, te deseo que en este nuevo año recapacites y pienses: que nunca es tarde para enmendarse; que nunca se es suficientemente bueno; que no confundas la bondad con la necedad; y que quizás así y sólo así, encuentres la tranquilidad que tanto anhelas...
Quizás sólo hay una manera...
Esto es un experimento, y aunque no lo creáis, este post no se lo dedico a nadie en particular. He cogido de aquí y de allá. Aún así, si alguien se ha dado por aludido, o se ha visto identificado en alguna afirmación anteriormente citada, es momento para meditar, cada uno en el silencio de la soledad, sobre el tema.
Que tengáis un buen día.
Que bueno!! El mundo se está perdiendo una estupenda psicologa!😉
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